sábado, 27 de septiembre de 2014

Instinto Mater-Animal


Un día, por medio de las redes “foros, webs” contacta contigo una protectora, proteccionista, rescatadora de animales, pidiéndote ayuda para ir a rescatar un animalito. ¡De repente! te ves rescatando a dicho animal completamente solo/A, después has de acoger al animalito,  porque no hay nadie que pueda hacerse cargo de él, siempre convencido/A  con esas  buenísimas y cariñosas palabras de la “protectora rescatadora de animales”.
Así sucede, que un día te llaman para llevar a un perrito/gato a su casa de acogida, otro para llevar animalitos al veterinario “con tu dinero claro” otro acoger temporalmente a una madre con sus cachorros, otro a rescatar a un perro que lleva atropellado dos días a 60 km de distancia de donde tú vives. Siempre  acuden a ti porque nadie puede hacer estos menesteres. Siempre hay alguna excusa (como si tú no tuvieses vida, u otra cosa que hacer). ¡Eso sí! Los trámites de adopción y papeleos siempre  los hacen los demás.
Va pasando el tiempo y te encuentras que muchos de los  animalitos  que te quedaste  en acogida “gratuita” siguen  contigo. Que apenas tienes dinero aún a pesar de que trabajas, porque siempre hay que asistir de una forma u otra, a esas llamadas a cualquier hora,  de las “protectoras rescatadoras de animales” para atender a un animalito  que necesita ayuda.
Pasa el tiempo y entonces vas  tomando conciencia del mundo que te rodea.
Aquellas “protectoras rescatadoras de animales” Han mejorado su nivel de vida, tienen buenos coches, siempre acuden impecables a cualquier acto animalista, manos y uñas perfectas, peluquería, ropa, zapatos, todo impecable, incluso te anuncian en sus webs que cierran el chiringuito en verano porque se van de vacaciones a Punta Cana, Honolulu o Hawái. ¡Y a ti, que antes podías disfrutar de todo eso! Se te queda el cuerpo de pasta de boniato, porque gracias a esas “protectoras rescatadoras de animales” hoy estás prácticamente en la miseria, con más  animalitos que muchos refugios de animales oficiales, y con un futuro incierto para ellos y para ti, y que lo único que te queda de todo ese esfuerzo es, la mirada de amor y gratitud de unos seres maravillosos.
Y de repente ¡Caes en la  cuenta! De, que  la única protectora y rescatadora de animales eres tú. Que alguien más astuto he interesado que tú, te ha tomado bien el pelo y el bolsillo. Que prácticamente se ha montado en el dólar,  a base del esfuerzo de personas increíblemente sensibles, con ese corazón que les impide  mirar hacia otro lado si alguien está sufriendo.
¿Y que se puede hacer ante esto, ahora y sin nada de nada?
Intentar salir  a flote como sea, y luchar por los más desvalidos  junto a las verdaderas protectoras y rescatadoras de animales
¡Por sus hechos las reconoceréis!  ¡“No por sus palabras”!

Si te sientes identificado/A.   Escribe aquí  tu experiencia y comparte esta reflexión

No hay comentarios: